La Montaña Rusa

En ese preciso momento me sentí desbordada, un mar de lagrimas brotaban por mis ojos. Solo me encontraba sentada en mi habitación, me abrazaba la oscuridad de ese lugar pero también había solo un rayo de luz de mi celular, era ese mismo brillo que nos envuelve la luna en medio de la noche, y pensé: «llora todas esas broncas que en su momento no pudiste y así te sentirás aliviada de todo aquello.»

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